Comprometidos con el Desarrollo Social de Jalisco.

Historias de Bienestar ELA

Jorge Alejandro Calderón

#YoConELA: “Me transformé en un apersona positiva y feliz”

Mi único recuerdo de la niñez son los golpes de mi hermano mayor, me pegada desde que yo tenía 7 años y hasta que cumplí los 18, a los 11 años comencé a consumir alcohol, mi familia no tenía importancia para mi, simplemente ni mi papá ni mi mamá me amaron, significaban nada para mi. Logré terminar la secundaria pero mi consumo de alcohol seguía en aumento.

Comencé a trabajar desde los 10 años, a los 19 me casé, luego me divorcié, tengo dos hijos que desde hace 13 años veo; puedo decir que nada me importaba en la vida.

Cuando tenía 18 años entré a trabajar a Bimbo de Occidente, mi alcoholismo me hacía tomar diario y llegar ebrio a la planta; bebía y el recuerdo de mi niñez no desaparecía. Me volví a relacionar con otra pareja, duré con ella 9 años y también me dejó, poco a poco fui cayendo en manos de la tristeza, del coraje, de la soledad; sin darme cuenta estaba deprimido, no quería seguir con la vida y muchas veces pensé en quitármela, ¿qué sentido tenía seguir así si no había nada que me motivara?

Los últimos cuatro años estuvieron llenos de problemas con mis compañeros de trabajo, todo eran gritos, peleas, maltratos, humillaciones, envidias, todo iba mal, tanto que, cuando mencionaban mi nombre, la gente reaccionaba de forma negativa.

De pronto, una vez me enteré de una asamblea de Bienestar en mi empresa y descubrí el Modelo ELA, no quería perderme de nada, tenía la ansiedad de pedir ayuda. Me inscribí en un grupo de bienestar con mis compañeros, soy el que más hablo, me siento muy a gusto con mi grupo, existe mucha confianza, puedo decir que gracias a ELA abrí los ojos, ahora quiero ayudar a todos los que dañé en mi trabajo.

También acepté la ayuda terapéutica de ELA y comencé a salir de mi soledad, de mi egoísmo ahora llego a mi trabajo con ganas, con buen trato, buena cara, saludo a todos, me río, soy alegre, FELIZ; mis compañeros de trabajo se acercan a mi porque ven el cambio que he tenido, ahora los ayudo los apoyo ya los trato diferente, mi soberbia ha quedado a un lado, el bienestar es una decisión de todos los días y mi comportamiento lo delata.

Mi memoria herida ha sido la victoria más difícil de vencer, porque ahora los recuerdos ya no me duelen, no determinan mis decisiones.